[PRÓLOGO II] Noches tranquilas

«Vivimos en las sombras durante demasiado tiempo.»

Alrededor de dos años después de tragedias del pasado...

Cerca del año 1901. Era una noche tranquila. Las maderas del taller crujían mientras el varitero, que operaba dentro, llevaba a cabo una actividad de lo más compleja. Su cometido era introducir un núcleo de pelo de crin de unicornio dentro de su contenedor mágico: una madera de roble rojo de 28 centímetros de longitud. Con un par de florituras, terminó su trabajo perfilando de la mejor forma la forma de la varita mientras dibujaba directamente en la madera para entregar el trabajo a su elfo doméstico, quien se encargaría de aprobar el funcionamiento del artilugio mágico.

El elfo se despidió con una reverencia y Mykew Gregorovitch, desgastado, comenzó a colocar los libros y las cajas de las varita en sus estantes correspondientes.
Con un desliz de manos, las luces de la habitación fueron desapareciendo lentamente hasta que la luna invadió todos los rincones, iluminando débilmente el lugar.

Antes de bajar las cortinas se asomó al patio. La noche era joven: los árboles estaban repletos de bowtruckles, que acompañaban al silencio de aquella tranquila velada. Enmudecido, volvió a la entrada y realizó un movimiento descendente con su mano derecha y el telón de la ventana siguió su curso.

— ¡Crack! —Un chasquido se escuchó de repente en alguna parte del piso superior.

Gregorovitch se sobresaltó de inmediato y automáticamente llevó la mano donde debía estar su varita. La había olvidado en su despacho. Su corazón rápidamente empezó a bombear sangre de forma nerviosa y su espalda se irguió. Respiró hondo y, tras unos segundos de frenesí, pensó en la remota posibilidad de que aquel sonido pudo haber sido cualquier madera crujiendo. Después de todo, su morada era mucho más vieja que él.

Unos pasos silenciosos irrumpieron al varitero de su tarea. Sus sospechas no iban tan mal encaminadas, e inmediatamente subió las escaleras. De un golpe seco, abrió la habitación y su rostro se heló.

En el interior observó a un muchacho, de pelo rizado y colores platinos, mirar con desdén una varita: justo la que había tallado él mismo aquella tarde. El chico se percató de la presencia del intruso y sin dudarlo un instante, alzó la varita casi de forma imperceptible:

— ¡Expelliarmus! —Un resplandor rojizo impactó de lleno sobre Gregorovitch, desplazándole varios metros hasta chocar contra la pared del pasillo.

Atolondrado y débil, levantó la cabeza y con las pocas fuerzas que le quedaban arrastró unas palabras:

— ¿Quién eres tú...?

El muchacho de pelo plateado apartó la vista de él y se marchó por la ventana de la habitación sin mediar palabra. Impedido, el varitero observó cómo se daba a la fuga sin poder detenerlo, empuñando la que hasta ese entonces había sido su propia varita. La Varita de Saúco.

Tras haber descubierto el secreto del segundo prólogo, aquí os traemos la lista de los siete jugadores que han sido capaces de descubrirlo y, por lo tanto, participarán en un suceso especial vía foro:

- Prvm
- Rhuoet
- Ruskin
- ,Holland
- Fred-Underrow
- Kaihen
- Donsamjo.

El suceso tiene una capacidad máxima de 20 participantes, por lo que todavía hay 13 plazas libres. Dichas plazas se sortearán en las 24 horas siguientes a que por fin ya haya gente suficiente para realizar el suceso. Para apuntaros, únicamente debéis responder a este mismo post indicando el keko que os identifique.

Si finalmente, alguno de los que aparecen en la lista no desea participar, deberán comunicárnoslo lo antes posible para ampliar las plazas en el sorteo.

En los próximos días os daremos más instrucciones. Hasta entonces, quizá deberíais manteneros en la búsqueda de secretos.